Segunda clase superada

Esta semana parece que la tranquilidad ha vuelto a mi vida, pero el golpe fuerte para darme cuenta de la realidad ha sido entre el jueves y viernes. Una semana donde he descubierto cosas de mí, de la vida, de los humanos que se me habían olvidado.

El jueves fui a una mesa redonda de fotografía, con mis compañeros de curso de fotografía del año pasado, una charla que como resultando final nos dio una frase: Acuérdate de Vivir.




A principio de semana tomé otra nueva decisión, porque como soy un cabezota, cuando me meto en algo voy a por todas, y me gusta hacerlo lo mejor posible, y salió la oportunidad de ir a un taller intensivo de teatro, que podía compaginar perfectamente con las clases de la escuela de teatro, y me llamaba mucho la atención por las sesiones que va a transcurrir en tres meses, y fui y me apunté, empiezo la primera semana de octubre, así que sumamos y no restamos por ahora.

Ayer viernes, me enfrenté a mi segunda clase, con un poco mas de seguridad y confianza en mi mismo, pero con el mismo sentido del ridículo y miedo. Empezamos la clase con energía, y pisando fuerte, con las indicaciones del profe poco a poco fui concentrándome en sus palabras y absorbiendo lo que nos iba enseñando.

Son muchos conceptos nuevos para mí, y a veces confieso que me aturrullo. También existe un gran problema, el síndrome del marciano autónomo, que cuesta quitarse los problemas del trabajo de la cabeza y disfrutar de lo que haces. Mi semana de trabajo no ha sido nada fácil, números que no salen, trabajos y proyectos que parece que se estancan y problemas que no se solucionan porque no dependen de tí, todo esto gira en mi cabeza de vez en cuando en clase, pero intento centrarme y seguir las indicaciones del profe.

Hoy tocaba entre otras cosas memorizar un breve texto e interpretarlo, meternos en el papel del personaje, de pensar cosas que nos hicieran ser como el personaje, y recurrimos a ubicarlo en un animal, así que me tocó ir a cuatro patas y hacer de burro.... un burro que no sabía ni rebuznar... jajaja. Se puede decir que lo hice fatal, pero me quedo en que lo hice de una forma u otra pero lo hice.

El gran problema fue el aprender el texto, hoy me he dado cuenta que mi capacidad de memorizar está con telarañas... y que tengo que hacer algo para recuperarla. Por mas que leía la frase no se me quedaba y me tocaba mirar el papel...

Ha sido una clase intensa, y aunque sigue el miedo, confieso que cuando he salido de allí me he venido arriba, tenía una energía tremenda, como si me hubiera tomado un redbull, y sobretodo me sentía feliz y bien, orgulloso de mi mismo por hacer lo que había hecho. No por hacerlo bien ni mal, si no por que había sido capaz de no frenarme y lanzarme.

Reflexión marciana: El coco, la cabeza, el cerebro... los problemas diarios nos influyen incluso en algo tan simple como el disfrutar de nuestro tiempo libre, de las cosas que nos gusta hacer. El tiempo debería parar y conseguir tener la mente en blanco para disfrutar al 100% de la experiencia, y hacer que el resto de problemas pare por lo menos en esa hora y media de clase.

En la charla de fotografía, nos dijeron que para ser buenos fotógrafos teníamos que vivir, disfrutar de las cosas, observar... porque nos ponemos incluso a hacer fotografías sin mirar el paisaje que nos rodea, sin crear espacios, sin disfrutar del momento y eso influye en lo que pueda o no expresar esa fotografía.

Quiero vivir, disfrutar de las cosas, sentir, emocionarme, reír, llorar... no quiero que las obligaciones me nieguen esa parte de mi, que la van adormeciendo. 

Es el tiempo de hacerlo!







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