El primer día


Muchos sentimientos se reencuentran hoy, tengo esa sensación dentro de mí de miedo, de dar un paso atrás y no meterme en este mundo que no conozco, en el que la mayoría de la gente de mi alrededor cuando se lo he comentado me ha dicho abiertamente que no me ve: el teatro.

Hasta última hora de esta mañana he estado apunto de escribir un email a la escuela diciendo que he cambiado de idea... pero me he centrado y me he dicho a mi mismo que no, que hay que afrontar los retos, y este va a ser totalmente distinto.

Me enfrento a mis defectos, o mis carencias, que son el hablar en público, expresarme, darme a conocer, relacionarme con gente que no conozco, y aprender de un mundo que me apasiona, el teatro. Un mundo que siempre he visto desde fuera, acudiendo a obras de teatro siempre que el bolsillo me lo permitía, y disfrutándolo al 100% de principio a fin, porque siempre he valorado la fuerza que tiene el actor o la actriz para ponerse delante de tanta gente e interpretar, convertirte en otra persona, sentirlo y hacerlo sentir.

Mi primer problema ha sido la ubicación, me toca desplazarme para ir a clases, y mi sentido de la orientación es nulo, así que toca tirar de GPS en el móvil, lo que hace que los nervios del primer día aún se multipliquen por 50, ya que tengo mucha facilidad de perderme, incluso con las indicaciones del gps.

Afortunadamente he llegado a tiempo, me he encontrado en la puerta con gente que he supuesto que eran del grupo de teatro, y me he lanzado a hablarles, y me he bajado con ellas a el aula. Y poco a poco han ido llegando el resto de compañeros, y si tengo que describir aquella primera sensación o energía con unas palabras sería la de buen rollo, alegría, y ganas de empezar. Aunque fuera el novato del grupo, no me he sentido en ningún momento desplazado.

Después de las presentaciones, y explicarnos el funcionamiento de la escuela, toca separar el grupo en dos, ya que las compañeras están preparando ya una obra que se estrena en diciembre y nosotros partimos de 0, sobretodo yo, que como dije en mi presentación "soy virgen en este mundo".

Ha sido una clase corta, pensaba que se me iba a hacer eterna y no me iba a sentir cómodo al ver que todo el mundo se conocía y yo era el nuevo, pero me he ido adaptando y olvidándome de esa idea, y interactuando con el profesor y el resto de compañeros en la medida que podía.

Reflexión marciana: Prueba superada!, hoy he tenido esa sensación como cuando iba al colegio después de todo el verano y el día de antes no puedes ni dormir de los nervios, pero la vida me ha dado otra vez una gran lección.

Los miedos nos generan frenos, imposibilitan la forma de poder experimentar cosas nuevas, de darnos oportunidades y en definitiva muchas veces ganan la batalla y hacen que retrocedamos y no empezamos con el nuevo reto o lo dejemos a medias.

Marca tu reto, sea el que sea, y deja tu cabeza llena de miedos a un lado, por lo menos intenta hacer frente, porque sea de una forma u otra, te vas a sorprender, y la historia gris que te habías creado en tu cabeza al final puede ser totalmente distinta, y marcar un "Continuará"


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