Condicionantes

Cuando nos enfrentamos a conocer a gente nueva, algo nos aterra y a la vez nos crea ilusión. Supongo que es como una especie de miedo a lo desconocido. Hay muchas cosas que se ponen en contra. Como por ejemplo:

La desconfianza, que se apodera fácilmente de las nuevas relaciones, y no tarda en atacarnos. Si además de eso, eres una persona tímida, que le cuesta abrirse a los demás y que no te fias ni de tu propia sombra, las cosas empeoran aún mas si cabe. Y para acabarla de arreglar, un día te dice alguien cercano, que esa persona que estas conociendo no es de fiar, que tengas cuidado, o directamente no te acerques.
Supongo que todas estas excusas son buenas para dejar de conocer a alguien y quedarse con lo que uno tiene... por eso de mas vale lo malo conocido que lo bueno por conocer. Pero eso es un poco de cobardía ¿no?. Esta claro que hoy en día no es fácil hacer nuevas amistades... pero por lo menos hay que intentarlo.

Quiero centrarme en aquellas veces que nos hablan mal de alguien que no conocemos. ¿Hasta que punto es bueno o no hacer caso de ello?. Pensemos en las personas que pasaron por nuestra vida, y no acabó bien la historia y ahora seguramente hablan mal de nosotros, ¿nos gustaría que alguien que no nos conoce se condicionara de lo que le dicen esa persona movida por su rencor o ira?.

Los condicionantes son malos compañeros, aunque no siempre fallan... pero pueden hacer mucho daño. Tenemos que saber de donde vienen, y si son 100% fiables. No hay nada mejor que enfrentarse a algo por uno mismo, conocer a las personas y hacerse una idea propia sin dejarse influir por la de otros. No hay que desechar nunca un consejo o alerta, ya que te pueden venir bien, pero no puedes prejuzgar a alguien sin pleno conocimiento de causa.

Reflexión marciana: nada mejor que enfrentarse a algo nuevo por uno mismo, sin adornos ni florituras, ni terceras personas... si por el camino alguien nos comenta que tengamos cuidado, que con esto nos podemos pegar el tortazo del siglo como otros lo han hecho, pues nos quedaremos con los ojos bien abiertos, pero sin paralizarnos. Descubriremos por nosotros mismos si es verdad o no aquello que hablan, pero partiendo de 0.

Si no te gusta que hablen mal de ti, que se inventen historias para que la gente no se acerque a ti... Piensa, que al resto de humanos tampoco le gustaria que lo hicieran, y siempre se merecen una oportunidad. Porque todos hacemos cosas buenas o malas, pero siempre hay que escuchar todas las partes de la historia, y la mas importante es la historia que tengas tu directamente con esa persona.

El pasado queda en pasado, y el futuro puede llegar o no, pero el presente que no te lo quite nadie.









5 comentarios:

  1. normalmente cuando se habla mal de alguien es por que la conoces perfecta mente e intentas que no le haga daño a la otra persona aconsejando-la....
    pero muchas veces se piensa en callarse la boca y no decir nada pero piensas y si fulano se pega el batacazo???..mecachis vamos avisarle....así el batacazo sera menor...
    aunque como dices tu es mejor tener la historia con esa persona di rectamente...
    muy buena irreflexión si señor....
    un beso
    rouss

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  2. Si el ser humano fuera completamente racional, tendrías toda la razon, pero puesto que no lo es, es inevitable no solo avisar a la gente, si no influenciarla sin querer. No sólo influenciamos sin querer sino que tambien nos dejamos influir sin darnos cuenta. El amor, el cariño hacia una persona, hace que dejemos aflorar nuestro mas primitivo instinto de proteccion, como la madre que protege a sus cachorros. Por eso, aunque intentemos no avisar a alguien para que no se de el golpe del siglo, siempre lo haremos, y por eso aunque intentemos no paralizarnos cuando alguien nos dice algo sobre una persona, la misma confianza que tenemos hacia la persona que nos avisa, nos hace darle mas credibilidad a su palabra que a la del desconocido, e inevitablemente, terminamos influenciados en mayor o menos medida!
    Muy buena reflexion, como siempre Marcianito! Bss.

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  3. Todo hasta cierto punto! Pero es inevitable avisar si crees que algo huele mal.. luego ya es de cada uno actuar de una forma u otra. A fín de cuentas quien tiene la última palabra de juzgar es uno mismo, por mucho que te digan los demás. Un buen amigo también tiene que ver la mejor forma de avisar si ve que alguien no es de fiar, y el amigo al que se avisa, se supone que tiene la suficiente personalidad de tomar en cuenta el consejo y juzgar por sí mismo, aunque sea un poco condicionado. Siempre hay cosas que nos condicionan, por desgracia, no se puede ver el mundo completamente sin juicios ni vistas distorsionadas. A veces como tu dices condicionado por un amigo y otras muchas por juicios emitidos por uno mismo que no son reales. Bss!

    Carlos

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  4. Yo prefiero darme cuenta por mí misma aunque lógicamente si conoces a una persona y sabes que es de fiar no puedes quedarte callad e inmóvil si ves que se acerca a una persona querida. Aún así, no me gustan los prejuicios falsos, me gusta saber por mí misma quién merece y no la pena aunque con los palos que me ha dado y me sigue dando la vida yo tampoco me fio casi de nadie y no pondría la mano en el fuego hoy día por NADIE.

    Voy a comentar tu actu anterior que la leí y se me paso.

    Un beso, guapo.

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  5. ¿Aún no estoy en tu lista de blog? Aysss, que no me quieres nada :-(

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